Entorno Personal de Aprendizaje

viernes, 8 de marzo de 2019

Los refrescos industrializados y nuestra salud



Refrescos y otras bebidas industrializadas

Los refrescos, los jugos artificiales, las aguas saborizadas, los jugos de fruta industrializados y las bebidas energizantes y para deportistas contienen azúcar y, muy frecuentemente, jarabe de maíz* alto en fructosa. Ambos aportan calorías que provocan aumento de peso, de manera innecesaria.

Cuando tomamos un refresco de 600 ml —el tamaño más vendido en Uruguay— estamos consumiendo más de 60 g de azúcar. Esto equivale a 12 cucharaditas de azúcar y más de 250 calorías.

El cerebro tiene poca capacidad para «registrar» las calorías de los refrescos y otras bebidas azucaradas. Esto se debe a que, en comparación con los alimentos, no generan la misma saciedad e incentivan al consumo desmesurado. Por eso predisponen al sobrepeso. Además, el consumo de refrescos se asocia con un mayor riesgo de caries dental y una reducción de la resistencia ósea.

Por otro lado, las bebidas saborizadas con edulcorantes «bajos o sin calorías» tampoco son una opción saludable. El consumo habitual de estos productos aumenta nuestra preferencia por el sabor dulce. Esto es particularmente importante en niños, adolescentes y jóvenes, ya que desarrollan preferencia por bebidas dulces, rechazando el agua y les resulta difícil disfrutar el sabor de las frutas naturales. Por esta razón, es preferible siempre el agua a otras bebidas ya que no contiene azúcar, edulcorantes, ácidos o
cafeína**.























 

*Jarabe de maíz: edulcorante líquido, creado a partir del almidón o fécula de maíz.
**Cafeína: estimulante del sistema nervioso central que produce un efecto temporal de restauración del nivel de alerta y eliminación de la somnolencia.







 


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